La realidad que vivimos en el inicio de esta tercera década del siglo XXI, está llena de falsas reformas, derivas sin esperanzas

Desgraciadamente el desequilibrio los lleva a no distinguir sus deseos de sus proyectos, y se plantean objetivos que jamás podrán alcanzar

Estamos en permanente aprendizaje, observando, viendo y escuchando que hacen los demás, adquirimos conocimientos, valores, desarrollamos habilidades y actitudes

De las sensateces a las chifladuras, de las deslealtades a las traiciones, son trayectos y caminos que algunos recorren en sus relaciones con los demás

De manera sincera y auténtica debemos prestarles más atención a aquellas cosas que merecen la pena

Nos pasamos parte de nuestra existencia teñida de ansiedades que se traducen concretamente en síntomas corporales y abstracciones imaginarias

Si envueltos en enredos y líos, algunos responsables públicos no se enteran, hay que cesarlos, y si quieren hacerlo, deben dimitir inmediatamente

Hay demasiadas ocasiones de pérdidas, soledades y desasosiegos. No solo podemos contraer la enfermedad que en algunos casos causa síntomas dolorosos y secuelas

No piensen queridos lectores que voy a hacer una evocación musical de eso dúo de principios de los años 90...